
Pobre México… México Pobre…
Pues después de varios meses y ya habiéndose asentado el actual presidente en la silla presidencial, vuelvo a golpear las teclas de mi teclado para escribir lo que hoy leen.
Tengo tanto que decir que no hallo por dónde empezar… Yo no vote por AMLO en estas elecciones, no soy alguien que haya apoyado a AMLO jamás, nunca me ha parecido una persona con la capacidad para hacer un buen trabajo en el gobierno, entiendo que hay personas que sí y eso es lo bueno de la democracia, que cada quien puede tener sus preferencias políticas y ser libre de expresarlas sin consecuencias a su persona como puede suceder en una dictadura o sucedía en las monarquías.
Si tu eres alguien que apoya a AMLO son tus preferencias, pero quiero aclarar que en este texto no encontraras palabras que sean alabadores para mi presidente actual. Lo voy a criticar lo mismo que he criticado a presidentes anteriores. Yo no apoyo a un partido o a una persona, yo critico si veo algo mal y apoyo sí creo que algo está bien. Mis palabras no son dirigidas por fanatismos o odios sin sentido, lo que aquí escribo lo escribo porque creo que las acciones que se están tomando nos llevaran a consecuencias que nos van a afectar en un futuro.
AMLO ha llegado a la presidencia y es el presidente de mi país, es mi presidente y el de cualquier otro mexicano. Las acciones que se tomen durante su gestión y las consecuencias de estas son su responsabilidad desde el momento que tomo posesión de su cargo hasta el momento en que lo deje. Cada muerte por el narco, cada devaluó de nuestra moneda, cada empleo perdido, cada caída de nuestra economía, cada secuestro es su responsabilidad desde el momento que asumió su gestión, que se note que escribí responsabilidad que no es lo mismo que culpa. Lo mismo que cualquier éxito que ocurra en su sexenio, porque nos guste o no a sus detractores no todo es o será malo, sea por rebote, por inercia o por una decisión acertada algo bueno tendrá que ocurrir de cuando en cuando.
Un presidente no solo recibe la gloria de dirigir su país y un lugar en la historia del mismo al colocarse la banda presidencial. También toma la ingratitud, la falta de paciencia y comprensión, el apuro, la exigencia y frustración de quienes quieren ver crecer su país y ven que las acciones tomadas son equivocadas, son hechas por capricho o simple y llanamente igual a las que se han tomado en forma y manera a las de gobiernos anteriores.
Uno de los grandes problemas que miro en AMLO es el que siempre ha soñado con cambiar la historia y dejar su nombre marcado en ella, el que su nombre sea admirado después de su partida. El problema es que no se ubica con los tiempos que vive. El se imagina y habla de las glorias de La Independencia, La Guerra De Reforma y La Revolución. Pero es 2019 el día de hoy y ni somos parte de una colonia, ni hay guerra entre liberales y conservadores y ni hay revolución. Hoy en 2019 el país no necesita mártires, necesita estadistas que fortalezcan las instituciones y no que las debiliten como él lo hace por capricho o por venganza. Los héroes no nacieron héroes ni nacieron con la bandera de la grandeza en sus nombres. Se les admiro como héroes porque sus acciones se elevaron a la necesidad de sus circunstancias y de sus momentos y a AMLO las circunstancias y el momento le han quedado grandes. El cura Hidalgo se convirtió en el Héroe de la Independencia porque sus acciones se elevaron para coincidir con el momento que el país necesitaba en ese momento. Las acciones de Benito Juárez fueron las necesarias para las circunstancias de sus tiempos. Los nombres de los Revolucionarios son conocidos porque sus acciones fueron la antesala para dejar una Dictadura, de nuevo las acciones se elevaron para confrontar los momentos de esos tiempos. AMLO vive con los sueños de su grandeza, pero sus acciones no han sido las necesarias para confrontar las circunstancias de nuestros tiempos, su 4ta transformación no es una transformación es una remodelación a gusto de el nuevo líder, nada más. La corrupción sigue ahí solo que hoy hay otros nombres. Los amiguismos siguen ahí solo que hoy son otros nombres. Los caprichos de un líder (que se habían reducido en una muy buena parte) hoy han vuelto a renacer en la figura de AMLO, que lo mismo decide cancelar un aeropuerto ya en construcción, que devolver el poder a Elba Esther, que no usar aviones y pagar por tenerlo estacionado, no solo desperdiciando el dinero de la compra sino agregando el gasto de pagar por tenerlo parado y sin uso, no usar la casa presidencial y decidir vivir en Palacio Nacional (un hombre supuestamente austero en un Palacio, no es difícil de entender esta en el nombre), que regalar dinero público a su nombre o quitar dinero a programas sociales para esos regalos, que decide tener los hospitales mal abastecidos, quitarle las instancias infantiles a las madres, o construir un tren Maya solo por sus pistolas, o construir una refinería cuando todos los conocedores de la materia han dicho que será un fracaso.
Estas son solo algunas de las acciones que están marcando el sexenio de AMLO, y son acciones que no le alcanzan para estar a la altura de los héroes de nuestra historia, pero si lo reducen a la altura de presidentes anteriores con los cuales hemos tenido sexenios fracasados y simplemente malos.
AMLO tiene el defecto de ser una persona terca y necia, no en el buen sentido de la palabra sino en la terquedad equivocada. Esa terquedad de cuando te dicen no lo hagas porque va a acabar mal, pero por orgullo y necedad no cambias rumbo. A AMLO le pueden mostrar cifras y dirá que él tiene otra información (a la Trump, fake news), a AMLO le dirán que la violencia esta incontenible y el dirá que él tiene otros datos, mientras la cantidad de viudas, huérfanos y padres/madres sin hijos desaparecidos o asesinados siguen aumentado. AMLO dice admirar a Benito Juárez, pero esta desasiendo una de las acciones del benemérito, el estado laico.
He mirado ha AMLO decir que cifras que le mencionan no son ciertas, no lo ha dicho en palabras, pero si con la actitud. El decir que él tiene otras cifras es decir que la información que le mencionan es falsa en efecto y en forma. He mirado ha AMLO no mostrar empatía por una persona que se hincaba llorando y suplicante ante él, una madre más en el país que perdió a su hijo y que hoy vive con miedo. Lo mire firmar algún documento mientras esta madre hincada frente a él le suplicaba por su ayuda. Lo he mirado decir que la violencia no estaba tan mal cuando una reportera en Quintana Roo le dijo que la violencia estaba rampante en el estado, que la información que estaba recibiendo estaba mal. Lo mismo con el sargazo, cuando esta reportera le menciono los estragos que el sargazo estaba causando en el estado él dijo que el sargazo no era un problema tan grande.
Una mentira es una declaración realizada por alguien que sabe, cree o sospecha que es falsa en todo o en parte, esperando que los oyentes le crean, de forma que se oculte la realidad o la verdad en forma parcial o total.
AMLO ha dicho que el no es un mentiroso, mas sin embargo como se le puede decir a una persona que dice que el no va ha hacer X sino Y, y termina haciendo X.
En México el día de hoy no tenemos un presidente en la figura de AMLO. Tenemos un dirigente de partido y tenemos al dirigente de una ideología. La ideología es su versión de izquierda creada y moldeada por el mismo, lo mismo que tenemos un partido de izquierda creado y moldeado por el mismo.
Hoy en México tenemos a un presidente que se siente tocado por la mano de dios. Donde su palabra es la correcta, donde sus acciones no deben ser cuestionadas porque él está por encima de las fallas humanas, porque sus decisiones carecen de las corrupciones del carácter humano, donde sus ideas son las ideas de un iluminado que le brinda al país la salvación por tantos anhelada. Donde sus seguidores le justifican acciones incorrectas aun si son al estilo de las acciones que realizaban gobiernos anteriores a los que ellos llamaron corruptos, porque si puede ser la misma acción, pero no es la misma persona y este presidente es un virtuoso por lo tanto sus acciones, aunque sean mal hechas al ser hechas por el son correctas.
Hoy tenemos un presidente que se siente agredido si se le critica una acción porque él es superior y por lo tanto no se le puede comparar con personas corrompidas por el mundo. Hoy tenemos un presidente que aclara que ya se acabo con la corrupción por que el ya es presidente, mientras tanto, Enrique Peña Nieto se da la gran vida, en Baja California se amplió el mandato del siguiente gobernador y la voz del Presidente se escucho fuerte y clara por su silencio durante varios días, los líderes sindicales que son sabidos corruptos de toda la vida siguen sueltos, Elba Esther esta libre, los lideres petroleros siguen libres, la violencia esta a los niveles más altos en la historia de el país, pero el Presidente aclara que la corrupción ya se termino porque él es Presidente y el es superior a todos los demás.
Andrés Manuel López Obrador es, como dice el titulo un presidente austero. Es austero en honestidad, es austero en transparencia, es austero en escuchar y entender las voces que piensan diferente a él, es austero en su entendimiento de la modernidad del mundo.
Andrés Manuel López Obrador podría sin ningún problema haber usado el lema de Donald Trump adaptado para México. Hagamos México Grandioso De Nuevo. El problema es que su México soñado es el México de principios o mediados del siglo pasado. Un México donde el petróleo es el tesoro del país, aun cuando el futuro son las energías renovables. Un México donde se alaba un trapiche para hacer un jugo. Un México donde se alaban las tendencias comunistas como un avance que sacara de la pobreza a las personas aun cuando los países comunistas están entre los países menos desarrollados del mundo. Un México donde se sataniza el capitalismo y se ignora el desarrollo y el bienestar que ha generado, y por consecuencia el aumento del nivel de vida que ha traído alrededor del mundo. Pero eso sí, se señala y recalca la desigualdad que caracteriza a los sistemas capitalistas, sin intento siquiera de mejorar un sistema que ha demostrado ser el mejor entre los que han existido para el desarrollo de los países alrededor del mundo.
Espero que me equivoque, espero que al finalizar su sexenio quede un país mejor que el que encontró. Sin crisis económicas y sin retroceso para la población, con un sistema de justicia que sea el número uno en el mundo, con un sistema educativo que sea admirado y reconocido por otros países, con una economía que crezca de una manera sobresaliente, pero no se puede pelear contra los indicadores ni se puede pelear contra la historia y esta historia ya se ha visto alrededor del mundo, y los indicadores apuntan que las cosas están mal.
Desgraciadamente los deseos no se traducen en hechos si no se toman las medidas y acciones para que así sea. Y por mucho que Andrés Manuel López Obrador quiera que su nombre quede grabado con oro en las páginas de la historia de México, quedara grabado con la misma tinta de decepción y desengaño que muchos presidentes anteriores. Porque no entiende que los grandes hombres no nacen grandes, se hacen grandes cuando confrontan de manera adecuada el contexto de sus tiempos. Y a Andrés Manuel López Obrador el contexto de sus tiempos, le han quedado muy grandes…